Segundo Viernes de Cuaresma. Pobres y Pandemia

Segundo Viernes de Cuaresma. Pobres y Pandemia

¡Cuántos hermanos nuestros sin voz ni derechos entre nosotros! Son los pobres, los emigrantes sin papeles, los sobrantes a quienes se les niega la dignidad de ser personas, porque son pobres, sin posibilidad de reclamar, de protestar, por justos que sean los derechos que defienden. Son los sin casa, los sin salud, los sin trabajo, los tentados de caer en el fatalismo…

Patricia hace dos años que vino de un país de América Latina. Vive con una prima que reside en nuestro país desde hace unos años. Hasta que no consiga el permiso de residencia, se ve obligada a trabajar en la economía sumergida, porque de alguna forma tiene que subsistir. Su única opción en estos momentos es trabajar como interna y aceptando el dinero que le quieran pagar, sin contrato y sin derechos.

PALABRA DE DIOS:

Deuteronomio 24,17-22

No defraudarás el derecho del emigrante y del huérfano ni tomarás en prenda las ropas de la viuda (…) Cuando siegues la mies de tu campo y olvides en el suelo una gavilla, no vuelvas a recogerla, déjasela al emigrante, al huérfano y a la viuda (…)

Cuando varees tu olivar, no repases las ramas; déjasela al emigrante, al huérfano y a la viuda (…) Cuando vendimies tu viña, no rebusques los racimos; déjaselos al emigrante, al huérfano y a la viuda (…)

MAGISTERIO DE LA IGLESIA:

Evangelii Gaudium, 187

Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumento de Dios para la liberación y la promoción de los pobres (…) Escuchar el clamor del pobre (…) Hacer oídos sordos a este clamor, cuando nosotros somos los instrumentos de Dios para escuchar al pobre, nos sitúa fuera de la voluntad del Padre y de su proyecto.

ORACIÓN

Te damos gracias, Padre, por la solidaridad de Jesús con los pobres y descartados de todos los tiempos.

Padre, te bendecimos por la solidaridad de tantas personas de buena voluntad: vecinos, desconocidos, cristianos…

Gracias, Padre, porque nos llamas a incorporarnos activamente a la gran aventura inaugurada por tu Hijo Jesús.

Tú nos convocas cada domingo en alegre eucaristía, en asamblea festiva, a renovar nuestros compromisos de solidaridad, como Jesús, con Jesús, en la familia, en el equipo, en la iglesia, en nuestro pueblo…

¡Padre, enséñanos a mantener vivo y alegre nuestro compromiso con los pobres!

COMPROMISO

¿Has pensado alguna vez en implicarte en las tareas de Caritas?

Comparte parte de tus bienes y/o tu tiempo con los más necesitados colaborando con alguna organización que conozcas.

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