19 Feb Primer Viernes de Cuaresma. Mayores y Pandemia
Las personas mayores son el grupo de mayor riesgo frente al avance del coronavirus, presentando la tasa más elevada de afectación en diversos países. La soledad, la poca movilidad por los confinamientos y el aislamiento han ido agravando su situación.
Se ha llegado a decir: “los mayores son los que mueren”, como si sus vidas no importaran tanto. Se ha dado cierto abandono, sobre todo en las residencias, uno de los mayores focos de mortalidad. Pero no debe ser así, ya que las personas mayores son miembros de nuestras familias, son nuestros cuidadores, trabajadores y vecinos. No podemos dejar a nadie atrás. Las personas mayores han hecho mucho para que podamos disfrutar de una sociedad construida con esfuerzo. Seamos agradecidos.
Es verdad que se han dado muchos gestos de cercanía y solidaridad hacia las personas mayores: facilitar videoconferencias, jóvenes llamando por teléfono, comprando comida y medicinas a vecinos mayores, cartas anónimas…
PALABRA DE DIOS: Sabiduría 4,8-9; Eclesiástico 8,9
Una vejez venerable no son los muchos días, ni se mide por el número de años, pues las canas del hombre son la prudencia y la edad avanzada, una vida intachable.
No desprecies los discursos de los ancianos, que también ellos aprendieron de sus padres; porque de ellos aprenderás inteligencia y a responder cuando sea necesario.
MAGISTERIO DE LA IGLESIA: Fratelli Tutti, 19
La falta de hijos, que provoca un envejecimiento de las poblaciones, junto con el abandono de los ancianos a una dolorosa soledad, es un modo sutil de expresar que todo termina con nosotros, que sólo cuentan nuestros intereses individuales.
Así, «objeto de descarte no es sólo el alimento o los bienes superfluos, sino con frecuencia los mismos seres humanos».
Vimos lo que sucedió con las personas mayores en algunos lugares del mundo a causa del coronavirus. No tenían que morir así. Pero en realidad algo semejante ya había ocurrido a causa de olas de calor y en otras circunstancias: cruelmente descartados.
No advertimos que aislar a los ancianos y abandonarlos a cargo de otros sin un adecuado y cercano acompañamiento de la familia, mutila y empobrece a la misma familia. Además, termina privando a los jóvenes de ese necesario contacto con sus raíces y con una sabiduría que la juventud por sí sola no puede alcanzar.
ORACIÓN
Señor, que por tu gran amor otorgaste a San Joaquín y a Santa Ana la gracia de engendrar a la Santísima Virgen.
Te pedimos por su intercesión que bendigas a todos los abuelos, especialmente a los que pasan grandes necesidades.
Te pedimos que su sabiduría alcance a las nuevas generaciones y sea fundamento para sus proyectos de vida.
Te pedimos que sean comprendidos en sus debilidades, asistidos en sus necesidades y respetados por sus familias y la Sociedad.
Rodéalos de amparo y calor humano en su diario vivir para que puedan mantener un ánimo bien dispuesto, abierto y feliz.
Te pedimos Jesús, que los abuelos puedan introducir a sus seres queridos en el mundo de la fe. Amén
COMPROMISO
Me planteo realizar algún gesto de acercamiento durante la semana a alguna persona mayor de la familia o cercana (visita, llamada…).
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