Iglesia de Santo Tomás de Vilariño

SANTO TOMAS DE VILARIÑO

 

 

 

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sta iglesia se hizo en el siglo XVIII y se sitúa en el terreno, que es una necrópolis de la Edad Media.

Existen diferentes documentos conservados de esta iglesia desde el 1607, cuando el Cardenal del Hoyo la visitó. En los años venideros, siguen las visitas para mantener su conservación.

En el atrio están situadas unas tapas de sarcófago prerrománicas con forma afilada. El emplazamiento original de estas tapas de sarcófago no fue donde se encuentran actualmente, puesto que se movieron en las sucesivas reformas tanto de la iglesia en el siglo XIX, como de la rectoral en el siglo XVIII. El antiguo cementerio, que estaba situado en el lugar en el que hoy en día está la rectoral, fue clausurado. Estas tapas de sarcófago fueron descubiertas en los años ochenta durante unos trabajos agrícolas en la finca del iglesiario.

En la fachada se puede admirar un nicho donde está una imagen barroca del patrón de la parroquia, Santo Tomás Apóstol, de rígidas pliegues geométricos, que todavía conserva restos de policromía. Encima de este nicho hay una pequeña ventana y esta fachada finaliza con campanario que se sitúa en una simple espadaña.

En el interior, esta iglesia tiene cuatro pequeñas capillas y la nave central. La capilla de la izquierda está dedicada a San Benito y a la Virgen de los Dolores. La de la derecha contiene un retablo de piedra en el que se pueden ver todavía restos de policromía. En cuanto al retablo, se pueden admirar diferentes imágenes, que de derecha a izquierda son la figura del Papa San Clemente, la de la Virgen del Rosario y en la cabeza se sitúa Juan, el Bautista. En esta capilla hay una lápida que hace referencia a un noble llamado “Fociños”, que probablemente fue uno de los patrimonistas de la iglesia. Existe todavía una cuarta capilla sin retablos ni imágenes, que con el tiempo se empezó a usar de sacristía.

Es destacable el retablo mayor que es de la escuela compostelana del siglo XVII. Como la iglesia, este retablo sufrió varias modificaciones a lo largo del tiempo, y esa es la razón por la que tiene piezas añadidas de diferentes estilos, de los que algunos se conoce que son neoclásicos por las formas vegetales. Tiene tres calles principales divididas por columnas salomónicas. Existen además dos nichos centrales: el de arriba tiene un gran valor y el central es más sencillo. De izquierda a derecha están: San Blas, el patrón de la parroquia, San Tomás Apóstol y San Antonio de Padua. En el nicho superior encontramos a la Virgen de Luján, donada por un feligrés emigrado a Argentina. El retablo fue repintado a principios del siglo XX, así como las tallas.

(Descripción elaborada por Laura Benavente Espantoso)