
18 Mar Cuarto Viernes de Cuaresma. Fragilidad Humana y Pandemia
Este tiempo de enfermedad planetaria nos puede ayudar a establecer una relación más humana con la fragilidad corporal y más fraterna y cristiana con las personas con enfermedades crónicas o con discapacidad. Todos somos dependientes, todos necesitados, todos vulnerables y frágiles. Subrayar lo accidental con el pretexto de “ayudar” y “servir” no es precisamente el mejor camino para construir la fraternidad entre iguales y sin exclusiones. Recientemente ha dejado este mundo Chico, miembro de la Frater de Brasil, afectado de polio desde los nueve meses. Su vida con discapacidad ha estado dedicada a los demás, compañero y “maestro” de decenas de personas con enfermedad y/o discapacidad. Militante incansable, ha llevado a decenas de países el mensaje liberador del Evangelio. Activista político comprometido por la justicia y la igualdad, ha contribuido significativamente al cambio social y legislativo.
¿Quién podría considerarle “minus” solo por vivir acompañado por la enfermedad y/o la discapacidad?
Puedes conocerle mejor en https://www.facebook.com/fcdbrasil/.
PALABRA DE DIOS:
Mateo 9, 18-19. 23-25
Mientras Jesús les estaba hablando, llegó un jefe de los judíos, se arrodilló ante él y le dijo: “Mi hija acaba de morir, pero si tú vienes y pones tu mano sobre ella, volverá a la vida”. Jesús se levantó y, acompañado de sus discípulos, se fue con él. […]
Cuando Jesús llegó a casa del jefe de los judíos y vio a los músicos que estaban preparados para el entierro y a la gente que lloraba a gritos, les dijo:
“Salid de aquí. La muchacha no está muerta, sino dormida”. La gente se burlaba de Jesús, pero él los hizo salir; luego entró, tomó de la mano a la muchacha y ella se levantó. Y por toda aquella región corrió la noticia de lo sucedido.
MAGISTERIO DE LA IGLESIA:
Fratelli Tutti, 98
Muchas personas con discapacidad «sienten que existen sin pertenecer y sin participar». Hay todavía mucho «que les impide tener una ciudadanía plena». El objetivo no es sólo cuidarlos, sino «que participen activamente en la comunidad civil y eclesial. Es un camino exigente y también fatigoso, que contribuirá cada vez más a la formación de conciencias capaces de reconocer a cada individuo como una persona única e irrepetible…
ORACIÓN
Padre bueno y creador, concédenos
que esta pandemia se lleve,
como si de un huracán se tratara,
nuestra prepotencia escondida
y nuestra ambición sin desmedida.
Señor Jesús, danos la honestidad
de sabernos ¡todos!
frágiles y vulnerables,
y dejemos de señalar con el dedo
las limitaciones de los demás.
Espíritu vivificador, no permitas
que la enfermedad nos lleve
a desconfiar de tu amor
ni a considerarnos “menos”
cuando convivimos con ella.
Dios Universal y Misericordioso,
dirige nuestra mirada
hacia lo más profundo de nuestro ser
para sentir tu presencia
y haznos más humanos
y más hermanos ¡a todos! Amén
COMPROMISO
Llama por teléfono o acércate una tarde a un Centro de día, una residencia de personas con discapacidad, un domicilio particular, a charlar con alguna persona gravemente enferma o con una discapacidad importante: habla con ella, escúchale, trátale como a una persona cualquiera, como a ti mismo te gustaría ser tratado. Te sorprenderás.
No Comments