Hay muchas razones para decir “NO” a la pena de muerte. No es justa, ya que “no ofrece justicia a las víctimas, sino que fomenta la venganza. Y evita toda posibilidad de deshacer un posible error judicial”. Es moralmente inadecuada, pues “destruye el don más importante que hemos recibido: la vida”. Y, como nos recuerda...